La
sociedad egipcia se caracteriza por una enorme desigualdad.
La estructura
era piramidal:
Los campesinos, aunque eran libres, estaban ligados a la tierra
que pertenecía al faraón, y debían entregar una parte de la cosecha
al faraón, así como prestar trabajo gratuito y obligatorio para la
construcción de canales, templos, pirámides…
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